miércoles, 28 de noviembre de 2018


LA YAPA.-  Dumapara la ciudad perdida:
Fue estudiado por primera vez por don Francisco Talbot Niemes en 1916, invitado al lugar por mi abuelo, Don Francisco Carrasco Serrano; el sitio arqueológico se encontraba en la propiedad de su hermana Isabel,  como parte de la herencia de su madre, Doña Dolores Serrano Gonzáles, propietaria de la hacienda El Paso.
Don Francisco Talbot afirma haber encontrado una gran ciudad cuyo origen le resultaba misterioso, había recorrido las ruinas a caballo por el lapso aproximado de 1 hora; dibujó planos de los edificios principales y de un cerro, con una gran cancha al pie, conjunto al que denominó “el coliseo” y publicó su artículo en la revista La Unión Literaria.
No se mostraba entusiasta con su descubrimiento: “Tal es, ligeramente, la descripción de algunas ruinas de Duma-para, que vuelve a la vida, siquiera la del libro, después de centenares de años. Porque nada se ha de hacer ni conseguir, creo inútil  recomendar al Gobierno y a las sociedades científicas, la conservación y el estudio de esas ruinas. Por eso no lo hago”, dice al término de su breve  artículo.
Pocos años más tarde Max Uhle, estudió tres caminos construidos por los Incas, que al parecer atravesaban la región cañari de Sur a Norte, dice. “Uno subía por la hoya del río Piscobamaba, al Oeste de Malacatos, por la del río Catamayo, la del río Gonzabal, a las Juntas, para seguir de allá por el campamento incaico de Tambo Blanco, al este de San Lucas, el cerro Acacana en su falda este, Paquizhapa, Oña, Uduzhapa, Dumapara, Nabón, Zhiña, etc. al Norte”.
El gran prestigio del arqueólogo alemán, que trabajó en nuestro medio hacia los años 20 del pasado siglo marcó la historia para que Dumapara fuera considerado tambo incásico por todos quienes le sucedieron;  en 1983, según Jaime Idrovo U., Antonio Fresco G. publica el artículo “La Red Vial Incaica en la sierra sur del Ecuador: algunos datos para su estudio”, en el que estudia el Capagñan en el territorio del cantón Nabón, donde se ubica Dumapara, este tambo, dice, no es citado en documentos coloniales pero debe corresponder al que Guamán Poma incluye en su Lista de Tambos con el nombre de Cazacuno.
Entre el 22 de julio y el 6 de septiembre de 2013, Jaime Idrovo U. estudió Dumapara y como resultado de sus excavaciones el Municipio de Nabón publicó en 2015 el libro “Dumapara. Un sitio kañari-inka atravesado por el Qhapaqñan”, en el que, si bien el arqueólogo Idrovo no afirma tácitamente que Dumapara es el Tambo Real de Casacono, sostiene que el estilo arquitectónico de sus ruinas es indudablemente incásico y están atravesadas por el Capagñan, es decir, una de las ramas de la red incásica que unía a los pueblos del Sur con los del Norte del Chinchaysuyo.
El miércoles 24, en una de las mesas del X Congreso de Historia del Ecuador presentamos la ponencia “DUMAPARA, UN SITIO KAÑARI-INKA ATRAVESADO POR EL QHAPAQÑAN: Una mirada crítica desde la Historia” en la que sostenemos, en base de un estudio documental, que Dumapara no es el Tambo de  Cazacuno, como cree Fresco, ni es el Complejo Arqueológico Monumental atravesado por el Capagñan, como afirma Idrovo.
Nuestra mirada crítica desde la historia se fundamenta en 2 documentos principales: la merced de tierras que Francisco Enríquez solicita  al cabildo de Cuenca en 1586, de 58 cuadras, “media legua arriba de los Tambos Reales de Casacono, que están hacia mano yzquierda ansí como vamos desta ciudad para la de Loja, en un sitio que se dice Tumapara, en unos paredones del Ynga questa sin perjuicio”; se señala claramente que se trata de dos sitios cercanos, pero de distinto uso y destino.
El otro corresponde a 1618, en el que el Licenciado Diego de Zorrilla, dispone la reducción de los indios que están dispersos en diversas sitios del Corregimiento de Cuenca, un grupo debía ser reducido a “Nabún, donde se había de posar el Tambo Real de Casacono”. De esta manera, el Tambo Real de Cazacuno o Casacono, fue trasladado a Nabún, hoy Nabón, 8 kilómetros al Norte y el antiguo desplazamiento del tambo comenzó a ser conocido como Tamboviejo, nombre que conserva aún el pequeño caserío que se encuentra a aproximadamente 3 kilómetros al Occidente de Dumapara.
Otros documentos, juicios por linderos y posesión de tierras en la región, confirman la condición de estancia ganadera de Dumapara, integrada a la hacienda El Paso; en esta condición la heredó Doña Isabel Carrasco Serrano, sus descendientes vendieron parte de la estancia a doña Luz María Ramón, quien conserva y cultiva la núcleo  del Complejo Arqueológico restaurado en lo que denomina las callancas   el Dr. Jaime Idrovo.
Ya en 1916 don Francisco Talbot escribe “Muy cerca de esta pequeña ruina se observan vestigios de otras mayores y que han sido destruidas por la ignorancia; pues, a principios de este siglo,  Doroteo Quezada, utilizó las piedras de esos sagrados muros para levantar cercas divisorias. Así es como desaparece la clave de la prehistoria patria; así es como a los historiadores se les obliga a fantasear en las nebolusidades del pasado y a deducir caprichosas consecuencias. ¡Ah la ignorancia!...Pero cual podrá ser más criminal, si el indio que por ignorancia termina la destrucción de esas ruinas, o los gobiernos y los civilizados que indolente dejan que se lleve a cabo esa destrucción”
En efecto, hoy Dumapara no es ni la sombra de su pasado, si fue la ciudad, cuyas ruinas vio y estudió don Francisco Talbot, hoy su memoria se pierde en la leyenda y la incuria del tiempo y los hombres. Campesinos, hacendados y autoridades locales a lo largo de los años convirtieron a los muros del sitio arqueológico en cantera para extraer sus piedras para cimientos de casas, cercas, para base de carretas, canchas deportivas, en fín, de tal manera que al cabo de casi un siglo de explotación de las sagradas ruinas, al decir de don Francisco Talbot, no queda nada de su estructura arquitectónica original, sólo se puede contemplar unos muros reconstruidos bajo la dirección del Arqueólogo Jaime Idrovo U hace pocos años atrás.
Cuenca, 28-11-2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario