viernes, 3 de agosto de 2012

Ríos

Ríos
En la cresta de los Andes australes,  conocí un río. Sus aguas corrían, a trechos,  entre   grandes piedras, como por un túnel, con la fuerza con que la sangre corre por las arterias humanas. Bufaban con el ímpetu que bufan los hombres cuando hacen el amor. Chorro blanco, se llama ese río, más abajo se une a cristalinas quebradas y paren al Chalcay.
 Este es  un río claro, de aguas más tranquilas, inmemorial. He visto sus ondas dorarse con la puesta del sol. Lame los pies del hermoso valle de El Paso, para precipitarse al mar por la garganta del Huayllas, tal que  nuestras vidas  corren  hacia la muerte. He visto esos ríos  y voy a morir un día, ellos seguirán en la memoria de los siglos! 

Domingosintí

Domingosintí
Nadie sabe, salvo mi íntima conciencia,
 que estoy solo y que te necesito
como se necesita la sal, el agua o la leche.
Amada mujer pantera, mi voz y el  esperma inútil,
navegan a la deriva
hacia el desamor,  la desesperanza  y la muerte.

LA GEOHISTORIA COMO PLANTEAMIENTO TEÒRICO-METODOLÓGICO PARA EL ANÀLISIS, EXPLICACIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA REGIÒN EN SU DIMENSIÒN TEMPORO-ESPACIAL Y HUMANA

LA GEOHISTORIA COMO PLANTEAMIENTO TEÒRICO-METODOLÓGICO PARA EL ANÀLISIS, EXPLICACIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA REGIÒN EN SU DIMENSIÒN TEMPORO-ESPACIAL Y HUMANA
Manuel Ignacio Carrasco Vintimilla
Resumen:
En la Facultad se viene planteando el trabajo interdisciplinario desde hace unos cinco o seis lustros sin resultados muy satisfactorios hasta el presente debido a una serie de circunstancias,  como la poca preparación en el campo interdisciplinario y otras circunstancias que incluyen las de  orden administrativo.
Consideramos que la Carrera de Historia y Geografía acaso sea el campo académico más propicio para la cristalización de actividades interdisciplinarias, quizás transdisciplinarias, a través de la Geohistoria,  disciplina social fundada a raíz de las propuestas teóricas y metodológicas realizadas por el historiador Fernand Braudel que plantea el estudio de una sociedad del pasado en relación con la estructura geográfica que la sustenta, logrando una síntesis dialéctica entre lo diacrónico y lo sincrónico de una sociedad humana,  considerando los fenómenos sociales en una dimensión temporo-espacial que rebasa la visión coyuntural a fin de insertar el análisis, la explicación y comprensión de la sociedad estudiada  en la proyección de la larga duración, con un enfoque  metodológico  que va del presente hacia el pasado a fin de lograr la aprehensión  del grupo social en el que se desarrolla la vida de los individuos, en procura de una síntesis epistemológica de las ciencias sociales, toda vez que los planteamientos geohistóricos nos llevan hacia una nueva episteme de estas disciplinas.
Palabras                    claves:                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Geohistoria, interdisciplinaridad, transdisciplinaridad, diacrónico, sincrónico, historia, geografía, antropología, corta, media, larga duración temporal.
Desarrollo:
En la Facultad se ha  planteado el trabajo interdisciplinario desde hace unos cinco o seis lustros atrás ,especialmente en el campo docente, pero sin resultados muy satisfactorios hasta el presente debido a una serie de circunstancias,  como la poca preparación  de docentes y estudiantes en el ámbito interdisciplinario, por ejemplo, a lo que habría de  sumar las condiciones de horario de los profesores y alumnos , amén de las disposiciones administrativas que en muchas ocasiones condicionan                       el desarrollo académico de las carreras.
Los seminarios interdisciplinarios ubicados, en la malla curricular anterior en los ciclos cuarto y sexto, y en la actual en el sexto, pues hubo que ceder créditos para la introducción de otras asignaturas relacionadas con la última reforma, que pretendían   acercar al  estudio interdisciplinario   a las carreras nucleares de la Facultad: Filosofía,  Historia y Geografía y  Lengua y Literatura, corrieron por una serie de vicisitudes, por las razones expuestas en el primer párrafo de este texto,  hasta que finalmente terminaron reducidos a una materia más del pensum, dictada por un profesor de cada una de las tres carreras en su medio docente, con lo que, a nuestro entender, se dio por terminado el trabajo  interdisciplinario en la Facultad, en lo que hace referencia al ámbito curricular.
Uno de los escollos imposible de superar, al menos tal como están las cosas, es el horario,  toda vez que la carrera de Historia y Geografía labora por la mañana, mientras que las otras lo hacen por la tarde.
De ahí que consideremos que la Carrera de Historia y Geografía acaso sea el campo académico más propicio para la cristalización de actividades interdisciplinarias, y quizás transdisciplinarias,   toda vez que los ejes articuladores de la carrera contemplan esencialmente asignaturas de Historia, Geografía y Antropología, disciplinas que a la postre convergen en aspectos epistemológicos, conceptuales y metodológicos, que bien pueden dar paso a la interdisciplinaridad, quizás mejor dicho, a la transdisciplinaridad, a través de la  Geohistoria.
El concepto, según Carlos Alberto José Martínez Uribe (1)  fue elaborado por Fernand  Braudel, quien en el prólogo a la primera edición francesa del libro El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, expone el porqué de su tripartición de exposición, y lo hace porque quiere mostrar los diferentes tiempos históricos que existen. Comienza por lo que él llama una Geohistoria  una historia casi inmóvil, la historia del hombre en sus relaciones con el  medio que le rodea; historia lenta en fluir y en transformarse, hecha no pocas veces de insistentes reiteraciones y de ciclos incesantemente reiniciados” (2)

Ahora bien, en nuestro medio académico  es conocida la concepción tripartita del tiempo histórico y social  propuesta por Braudel en La historia y las ciencias sociales cuando nos habla de la corta, la media y la larga duración, esto es,  de los acontecimientos, las coyunturas y las estructuras, obra posterior a  El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II (3),  en la que en ningún momento aparece el concepto de Geohistoria, como una cuarta dimensión temporal propuesta inicialmente en el Mediterráneo, por  lo menos así lo  afirma Martínez Uribe cuando en las conclusiones de su trabajo plantea:

“En suma, puedo decir que al parecer, existen cuatro tipos de tiempos históricos en Braudel: el tiempo de la geohistoria: el tiempo de los procesos casi inmóviles, el de los marcos geográficos y de los encuadramientos mentales; el tiempo de la historia estructural: el de las instituciones, del Estado, de los desplazamientos de poblaciones; el tiempo de la historia coyuntural: el de los cambios cíclicos económicos, o sociales; y el tiempo de la historia de los acontecimientos: que puede ser el de una batalla, el de la suspensión de pagos a una entidad, el de la sublevación y la revuelta, el del vendaval que arrasa con una comunidad, etc.”            (4)

A esta altura de la exposición permítasenos una digresión: fue la escuela francesa de los Annales (1929)  quien introdujo el concepto de pluralidad del tiempo histórico-social desarrollando, según Leticia Gamboa Ojeda    “una idea del tiempo distinta a la que en boga mantenía la escuela metódica o positivista, para la cual el tiempo histórico era uno solo, simple y lineal, contrario al tiempo múltiple, complejo zigzagueante, que empezaron a postular los seguidores de la nueva corriente historiográfica” (5)

Sin embargo, será Braudel, nos dice Gamboa Ojeda,  “quien ponga de relieve y sistematice  la diversidad del tiempo social, elaborando una teoría de la larga duración histórica y de las temporalidades diferenciales en la historia en las que encontramos,  la Geohistoria, como un tiempo geográfico, casi inmóvil, es  decir la del hombre en sus relaciones con el medio que lo rodea; una historia lenta en deslizarse y transformarse, a menudo compuesta de retornos insistentes, de ciclos sin cesar recomenzados”. (6 Ibíd.)

A veces pensamos que Braudel, al teorizar sobre este tiempo histórico-social lento en deslizarse y transformarse, compuesto de retornos insistentes, de ciclos sin cesar recomenzados, en una palabra del marco geográfico en el que históricamente se desenvuelven las sociedades humanas, tiempo de larguísima duración al que bautizó como Geohistoria, quizá sin proponérselo,  arrojó una especie de manzana de la discordia en el ámbito de las ciencias sociales,  porque de las consultas que hemos realizado algunos de sus seguidores  la definen como una ciencia o disciplina histórica, mientras otros se inclinan por la geografía, elevando, como debe estar claro a categoría de ciencia o disciplina social un postulado teórico formulado por el célebre historiador francés en la primera edición de su obra cumbre.

Para ilustrar mejor veamos algunos ejemplos.

La más elemental, Wikipedia dice de la Geohistoria que es “Ciencia histórica, fundada por el historiador francés Fernand Braudel, que se avoca al estudio la dinámica entre una sociedad del pasado y la estructura geográfica que la sustenta. La geografía como estructura que sostiene a las sociedades en diferentes momentos históricos, influye en las sociedades pero no determinándolas, estas son capaces, según su tecnología y cultura, de abrir aún más el abanico de posibilidades que poseen y aún de modificar la geografía en que habitan. Geohistoria resulta ser una rama indispensable dentro del estudio histórico ya que permite explicar comportamientos en los niveles  superiores como la larga duración o la coyuntura, influyendo en distintos aspectos de la sociedad como su economía, demografía, costumbres, etc. (7)
Mientras que en ABC  digital se lee: La geohistoria es la ciencia que estudia la dinámica entre una sociedad del pasado y la estructura geográfica que la sustenta. Es una verdadera geografía humana retrospectiva, que tiene como objetivo que los geógrafos consideren más el tiempo, y que los historiadores se inspiren ante el espacio. (8)
Para Emiliano Freire “la Geohistoria es una ciencia social que estudia la realidad espacial, aprehendiendo el espacio geohistórico, definido como un producto social, dado por la interrelación poblamiento-actividad económica, en el territorio, en condiciones históricas determinadas.  (9)                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          
Además afirma que “La Geohistoria es una ciencia de síntesis, que viene a unir a la geografía y la historia, en una nueva ciencia distinta de ambas, pues va a presentar un enfoque global, donde las categorías espacio o tiempo, hombre o naturaleza, no se van a ver como algo separado, sino como una tercera realidad distinta y perfecta, por ser producto de dos opuestos, que será la espacio-temporal u hombre-naturaleza”. (Ibíd.), dando de esta manera, a nuestro entender el  decisivo paso transdisciplinario que caracteriza a la geohistoria.

Reforzamos estas afirmaciones con el  criterio de José Luis Orella Unzué quien afirma que:

“La geohistoria es una nueva ciencia que inaugura un nuevo método del que participan secundariamente y por partes iguales las metodologías geográficas y las históricas. El punto de partida de toda investigación geohistórica aunque se trate de una biografía no es el individuo aislado, el agricultor o el ciudadano, sino el grupo social del que forma parte el individuo, ya sea la tribu, el clan, la casta, la identidad. Este grupo social tiene unas exigencias espacio-temporales para su realización que condicionan el desarrollo y la vida de cada uno de sus miembros. Estas exigencias vendrán estudiadas por los métodos geográficos e históricos.
En consecuencia el objetivo primario y principal de la geohistoria no es el desarrollo de unos referentes geográficos ni la evolución de unas coordenadas históricas, sino que el intento principal de la geohistoria es la descripción del grupo social en el que se desarrolla la vida de los individuos. Todo formalismo geográfico o histórico queda condicionado a la descripción social. Por lo que no se puede hacer geohistoria de una biografía personal ni de una familia sin el obligado referente del grupo social” (10)                         

Hemos reproducido en extenso la opinión de este catedrático universitario vasco porque contribuirá sustancialmente a la elaboración de nuestras conclusiones y propuestas sobre el asunto materia de este trabajo.
                                      


Para nosotros la geohistoria es una ciencia o disciplina social fundada sobre las propuestas teóricas y metodológicas  expuestas  por el historiador Fernand Braudel en el prólogo de la primera edición de El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II (1949) que se encuentra en proceso de construcción, como están en proceso de construcción todas las ciencias  y que surge de una síntesis transdisciplinaria de los conceptos teóricos y metodológicos de la Historia, la Geografía y la Antropología.

La  geohistoria  plantea el estudio de las  sociedades  del pasado en relación con la estructura geográfica  que la sustenta, logrando una síntesis dialéctica entre lo  sincrónico –espacio geográfico- lo diacrónico –tiempo histórico-  y lo cultural – visión antropológica. de una sociedad humana,  considerando los fenómenos sociales en una dimensión temporo-espacial que rebasa la visión coyuntural a fin de insertar el análisis, la explicación y comprensión de la comunidad estudiada  en la proyección de la larga duración, con un enfoque  metodológico  que va del presente hacia el pasado a fin de lograr la descripción del grupo social en el que se desarrolla la vida de los individuos, en procura de una síntesis epistemológica de las ciencias sociales, especialmente  de la Geografía, la  Historia y la  Antropología,  toda vez que los planteamientos geohistóricos nos llevan hacia una nueva episteme de estas disciplinas.

Según Orella Unzué se distinguen tres escuelas geohistóricas: la europea de los Annales, la norteamericana dirigida por Emmanuel Wallerstein y la  sudamericana presidida por el brasileño Milton Santos.

Ahora bien,  esbozado a grandes rasgos el concepto de geohistoria conviene sentar  en esta mañana una propuesta que quizás sea recogida por directivos, docentes y estudiantes de la Carrera de Historia y Geografía de nuestra Facultad:

Consta en la malla curricular vigente un seminario interdisciplinario que bien puede ser aprovechado a fin de sustentar las bases teóricas y metodológicas de los estudios inter y transdisciplinarios a fin de ampliarlos y profundizarlos en talleres y seminarios extracurriculares de auto aprendizaje y formación académica a los que concurran docentes y estudiantes de la carrera, apoyados por las nuevas técnicas digitales, las búsquedas en internet y sus derivados. Pero la formación en geohistoria debe apuntar a la preparación de tesis de licenciatura, postgrado e investigación a través de proyectos y programas.

En la carrera casi la mayoría de tesis, especialmente las de licenciatura, conjugan elementos históricos, geográficos y antropológicos pero yuxtapuestos de tal  manera que es fácil  distinguirlos y separarlos, mientras que en  la concepción geohistórica deben ir implicados conformando una unidad transdisciplinaria.

Últimamente hemos conocido dos acercamientos importantes a la geohistoria, me refiero a El paisaje rural en el Azuay (1989) de Ana Luz Borrero V. y Nabón, mujeres y patrimonio oculto,(2010)  que obtuvo la primera mención de honor en el Primer Concurso de Historia de los Cantones de la Provincia del Azuay, convocado por Cátedra Abierta, Historia de Cuenca y su Región, cuyo autor es el  profesor José Mayancela.

Nos  parece que estos trabajos deben ser considerados pioneros en la apreciación  geohistórica,  que bien pueden ser profundizados en sus concepciones teóricas y metodológicas, a las que hay que buscar acercamientos alejándonos de los modelos europeos y norteamericanos a fin de comenzar a elaborar teorías y metodologías propias que contribuyan a  captar de una mejor manera nuestra realidad social regional y nacional.
Hay que discutir, valorar o desechar categorías como “gamonalismo eclesial” o “progresismo cuencano”, por ejemplo,  propuestas por Leonardo Espinosa, para aprehender la realidad social comarcana o regional, en fin, hay mucho campo por delante sólo nos hace falta un poquito de esfuerzo y buena voluntad.

Notas:

1.- Los tiempos de Braudel, Carlos Alberto José Martínez Uribe, http:// w.w.w síntesis social.com
2.-  Fernand Braudel citado por Carlos Alberto José Martínez Uribe
3.-  El Mediterráneo en los tiempos de Felipe II fue publicado en 1948, mientras que la edición de la Historia y las ciencias sociales se realizó en 1968.
4.- Los tiempos de Braudel, Carlos Alberto José Martínez Uribe, http:// www síntesis social.com
5.- Fernand Braudel y los tiempos de la Historia, Leticia Gamboa Ojeda, http:// www cdigital.uv.mex
7.- Fernand Braudel y los tiempos de la Historia, Leticia Gamboa Ojeda, http:// cdigital.uv.mex
8.- abc digital, http://www abc.co.py
9.- La geohistoria, Emiliano Freire, htpp://www buenas tareas/ensayos
10.- Geohistoria, José Luis Orrella Unzué, http://www ungeba.org.urrualde.net

Cuenca, junio 27 de 2011.